sábado, 28 de septiembre de 2013

A VOSOTROS ESTUDIANTES

Este es un breve discurso que preparé para ustedes y para todos. Los links son videos que se relacionan directamente con lo dicho.


Más allá de cualquier patria existimos todos…
Como humanos que somos, tenemos tantas cosas bellas como inmundas.


Pulula en nuestras almas el bien y el mal, tal y como la luz siempre pugna con la oscuridad.
Nuestras emociones son tan diversas,
pero creo fielmente que muchos quisieran hallar la paz aquí en la tierra junto a todos.


Esta bolita inmensa para nuestras mentes humanas,
Esta bolita tan pequeña, burbuja del cosmos nos contiene a todos…
Buenos y malos, chicos y pequeños, puritanos y pervertidos.
Y así como cada día trae su noche todos cargamos con el peso de nuestras acciones
Algunas oscuras, algunas luminosas.

Queremos vivir el día a día y nos vemos inmiscuidos en una suerte de cronograma
Que ha calculado el DESTINO, destino que al final de cuentas no es más que un invento
Para justificar tanta injusticia.
La guerra destruye todos nuestros anhelos, la guerra destruye este hogar, esta burbuja de vida que es la tierra.


Cargo cada día con la tristeza de no poder brindar tranquilidad a aquel que la necesita:
El pobre que no tiene que comer,
el mendigo que no sabe de su fuerza interna, del poder de sus músculos;
el drogadicto que perdido anda en su mente, el drogadicto que generó el sistema.
Ando rabioso con la juventud dormida,
Rabioso con los adultos que quieren aparentar frente a sus hijos nunca haber pecado;
Rabioso con la hipocresía de muchos, con la desfachatez de tantos.
Ando disgustado con el Dios cristiano, con todos esos dioses que juraron volver y no han regresado.
Ando disgustado con el policía, el militar, el paraco, el guerrillero.
Y son muchos los días en que los pensamientos me carcomen los nervios como perros que muerden sus huesos. Ando exhausto de querer cambiar el mundo y apenas poder conmocionar de vez en cuando las mentes de quienes me escuchan.
Tengo mis propios problemas y para colmo de gracia me cargo los de todos.
Como un atlas del dolor cargo con las lágrimas de todos…
Y por ello me detesto: por querer cambiar un mundo que parece perdido en lo material.
Tenía razón Andrés Caicedo al decir que “La tierra no quiere más a sus niños viejos”
Estoy rabioso con los hombres y mujeres que hablan de adultez porque tienen hijos,
Cansado de tanto hijueputa político que ilusiona a tantos ilusos creyentes del vacío o tranquilidad que brindan las religiones…
Cansado de tanta palabra marchita. Porque las palabras son flores que brotan del cultivo de tu cerebro, palabras que se pudren con las malas acciones, con las traiciones, con la guerra.
Me tiene harto el doblemoralismo que quiere impedir a mi SER ser quien realmente soy.
Me tiene harto el pensar el cómo cambiar el mundo.
Estoy hastiado de tanto enarbolamiento de banderas: que Millonarios, que
Nacional, que bogotanos, que caleños, que costeños, que Colombia, Perú, Ecuador, que América, África, Europa, que cristianos, musulmanes, que hombres, mujeres.
Tanta etiqueta no ha hecho más que borrar la esencia de nuestras vidas.
Tanta etiqueta no ha hecho más que empobrecer al rico con su supuesta superioridad
Tanta etiqueta no ha hecho más que empobrecer al rico con su supuesta inferioridad.


Estoy ofuscado con los gobiernos corruptos, con los violadores, asesinos, ladrones; ofuscado con los poetas que no pueden hacer de sus palabras una espada que quite la venda a la justicia ciega.
Ando un poco frustrado de mis palabras de poeta… he dejado de escribir ¿Será que ha muerto la inspiración? ¿Ha fallecido mi esperanza? Estoy triste de mis palabras melancólicas cargadas de dolor y negativismo.
Sin embargo quiero darle espacio a la mucha belleza que puebla la tierra: y vindicar a todos aquellos que hacen algo o mucho por cambiar la situación del mundo. Vale mucho cada vida humana… Vale mucho. Nunca olvidemos que existe la felicidad, que pese a la violencia, la injusticia, la intolerancia, la hipocresía y el inmoralismo, nunca olvidemos la sonrisa de los niños, la compañía invaluable de los abuelos, la hermosura de los árboles, del cielo, de las mujeres y hombres que poblamos el mundo. NUNCA será en vano el intento que hagamos     –por pequeño que sea- para cambiar el mundo.
En nuestras manos está el mover las fichas del juego…
Quiero veros mujeres siendo más que símbolo de belleza y sexualidad, quiero veros surgir dando la guerra a tanta basura que se han inventado los hombres. Quiero veros mujeres como una compañera que busque SER y no aparentarlo, que si buscas la belleza de tu cuerpo sea por sanidad no por engendrar deseo en los hombres.
Y quiero veros muchachos, enarbolando la única bandera que debiera existir: la de la tierra. Quiero veros hombre abriendo tus ojos al universo, a la magia del mundo, quiero veros tumbando la superficialidad del mundo.
Quiero ver una sola familia humana. Una única e inmensa familia humana. No nos hagamos a un lado frente a los problemas que nos atañen en la tierra. El cambio comienza en nuestros corazones, cultivemos ahora las palabras no en la mente si no en nuestros sentimientos, que nuestras palabras sean más que flores, que nuestras palabras sean paraísos, que no pendan de nuestra lengua para volverse a nuestra caras y mordernos los rostros, si no que sean los baluartes de una nueva sociedad. Una sociedad unida por el deseo de alegría y comunidad.